«Cuando alguien fallece, la familia o sus conocidos no siempre están al tanto de las cosas que tenía o pudo haber dejado. Sin embargo, en el caso de los seguros esto sí se puede conocer.
Desde 2016, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) normó a las compañías que venden pólizas con cobertura de fallecimiento a realizar una consulta, al menos una vez al año, al Servicio de Registro Civil e Identificación para detectar a aquellos asegurados cuyo siniestro no haya sido denunciado. Esto debe incluir a los titulares de todas las pólizas vigentes y no vigentes al 31 de diciembre del año anterior, por las que no se haya presentado una denuncia de deceso a esa fecha y sobre las cuales no se hayan cumplido las condiciones establecidas en el Código de Comercio para que prescriban las obligaciones emanadas de ella, explican desde la SVS.
Una vez conocida la situación, la aseguradora debe realizar las gestiones necesarias para notificar a los beneficiarios de la existencia de seguros comprometidos y así puedan ejercer los derechos que les corresponden. Además, las compañías deben hacer una publicación anual en un diario de circulación nacional, que puede ser electrónico, con una lista de los casos detectados, detallando nombre y RUN de los beneficiarios designados, donde se debe señalar los seguros en que han sido designados. En los casos donde no hay beneficiarios, las firmas también deben publicar el nombre y el RUN del asegurado indicando el producto contratado. Las aseguradoras tienen hasta el 31 de marzo de cada año para realizar las publicaciones.
Jorge Claude, vicepresidente de la Asociación de Aseguradores de Chile (AACH), sostiene que «la compañía puede tomar conocimiento por este u otro medio del fallecimiento del asegurado, por ejemplo, cuando recibe una consulta del Sistema de Información de Consultas de Seguros (SICS) efectuadas por un familiar o beneficiario de un asegurado fallecido, cuando le son reclamados otros seguros que tienen por origen el deceso de la persona o cuando una AFP consulta por los depósitos convenidos del fallecido».
Según la AACH, en 2016 se pagaron 2.702.870 UF en siniestros en seguros temporales de vida, que corresponde incluir todas las pólizas que otorguen una indemnización -ya sea un capital de trabajo o una renta- a los beneficiarios por la muerte del contratante, por enfermedad o accidente, si el deceso ocurre en un plazo determinado. En los últimos diez años esta cifra ha crecido un 24%.
Claude agrega que con el fin de poner esta información a disposición del público en forma centralizada, las compañías también publican en la página web de la asociación una base de datos donde se puede averiguar por cualquier persona. «Si para esta consulta el resultado da positivo, se le informan los datos correspondientes para contactarse con la compañía aseguradora«, precisa (enlace).
- Seguros de vida han tenido un crecimiento anual mayor al 10%
La compañía Chilena Consolidada-Zurich paga cerca de seis mil siniestros de fallecimiento al año, equivalente a US$ 37 millones. Estos dependen de la línea de negocio que origina el siniestro. «Es distinto, por ejemplo, un seguro de desgravamen de consumo que un seguro de vida individual o un seguro colectivo, donde se pactan número de sueldos o montos fijos», señala Nicolás Marchant, gerente de División de Personas de la aseguradora. Sobre las solicitudes dice que estas aumentan a medida que crece la base de cotizantes.
«En el negocio de seguros es importante tener una masa crítica que permita que la frecuencia siniestral sea relativamente estable. En la medida en que entramos a otros segmentos de negocio, o crecemos las participaciones en los negocios tradicionales (vida individual y seguros colectivos) también hay incrementos proporcionales en la cantidad de siniestros que se esperan«, añade Marchant.
El total de siniestros pagados de la cartera de seguros de vida individual de la aseguradora Confuturo ha sido de 67 mil UF desde enero a la fecha. La prima en este tipo de seguros parte desde los $10 mil mensuales y varía según la edad, explica Jaime Torres, gerente de Segmento de Seguro y APV de la empresa.
«El mercado de los seguros de vida individual, durante los últimos 10 años, ha tenido en promedio una tasa de crecimiento anual mayor al 10%, muy superior al crecimiento del PIB durante el mismo período, lo que habla de un mercado competitivo y de rápido crecimiento. Donde se observa una tendencia por parte de los consumidores a contratar productos destinados a la protección y el ahorro«, dice el ejecutivo.
Sin embargo, agrega que si bien en los últimos dos años se observa una desaceleración en este mercado, aún existe un importante espacio de incremento porque la tasa de penetración en Chile sigue estando muy por debajo del promedio de los países OCDE, «donde es clave poder seguir generando acciones que permitan potenciar el crecimiento del mercado de seguros de vida individual en el país«.»
Fuente: El Mercurio, 23/12/2017 (enlace).
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